Tijuana, Baja California, a 2 de febrero de 2015.- Una licenciada en gastronomía Ismene Venegas Cotero y una artista visual Liz Vaillard se encontraron en terrenos del Valle de Guadalupe para descubrir un interés mutuo: la flora endémica de Baja California; una para preparar alimentos y la otra para plasmarlo en pintura y fotografía.
Así, los dos enfoques se unieron en una mesa redonda denominada Flora Nativa, realizada en la Galería de la Ciudad IMAC el pasado viernes 29 de enero; mediante una conversación centrada en el interesante mundo de posibilidades que ofrecen las plantas de la entidad, desde los olores del monte hasta los rituales herbolarios de las etnias bajacalifornianas.
“Yo he olido la flora nativa desde cuando paseaba con mi abuelo y mis perros. Mi mayor reto fue cocinar el sabor amargo de la salvia, pero la mayor revelación han sido ciertas partes de la vegetación que sólo se encuentran en partes muy altas”, dijo Venegas Cotero.
“Yo he ido fotografiando las plantas que sobreviven a todo, en el piso escondidas en el cemento y que nos brindan esta vivencia de fortaleza, y que además casi nadie ve” afirmó Vaillard.
Ante un auditorio que se congregó en la Galería de la Ciudad, en las instalaciones del Antiguo Palacio Municipal, Venegas Cotero y Liz Vaillard recordaron que fue la búsqueda de lo que significa la identidad de la región lo que las unió en la Vinícola Tres Mujeres, en el Valle de Guadalupe.
Ismene ha desarrollado una propuesta gastronómica particular con la asesoría del biólogo Fabricio Rivera, precisó, además del aporte de sus alumnos del Centro Educativo Patria, basado solo en los sabores de la vegetación bajacaliforniana.
“Pasé mis días de infancia creciendo en la falda norte del Cerro del Vigía, la imponente montaña que mira hacia el puerto de Ensenada y que ha alimentado con sus rocas la conformación del rompeola que fundamenta la protección costera del puerto. En ese cerro aprendí a reconocer como propios los olores de las hierbas de mi monte”, afirmó Ismene.
“Yo he vivido en la ciudad y me doy cuenta que nadie voltea al suelo y observa el ejercicio de resistencia de las plantas de la ciudad. Ahora mi casa está llena de muestras con las que elaboro obra, donde le dedico un espacio a la famosa hierba santa y a una planta que crece en toda la península que se llama manzanita, me encanta” comparte Liz.
La mesa redonda, que sirvió también a modo de clausura de la exposición homónima Flora Nativa con obras de Liz Vaillard, tuvo como epílogo una degustación con muestras gastronómicas elaboradas por Ismene Venegas Cotero (pasta con salvia, aceite de olivo con salvia, infusión en frío con romero y una crema de calabaza aromatizada con hierba santa).
Las dos expositoras exhortaron a conocer más estos recursos naturales de la localidad como alternativa alimenticia, dada su extraordinaria riqueza de sabores.