Tijuana BC 6 de mayo de 2015 (Cecut).- Después de celebrar más de 50 exitosas representaciones, Tijuana Hace Teatro regresa con El Método Grönholm el sábado 9 de mayo de 2015 al teatro del Centro Cultural Tijuana.
Escritapor el dramaturgo catalán Jordi Galcerán y dirigida por Ramón Verdugo, la puesta en escena producida por THT se ha presentado además en Mexicali, Ensenada y en festivales regionales distinguiéndose con el Premio Tespis “Puesta en Escena” otorgado por el Festival Estatal de Artes Escénicas (FESARES).
El Método Grönholm es una obra de teatro que gira en torno al poder, a los sistemas de selección y la supervivencia en un mundo donde el poder seduce a la condición humana. En una sala de juntas se desarrolla una serie de “pruebas” para cuatro candidatos que aspiran a un puesto ejecutivo de primer nivel en una empresa transnacional líder en el mundo.
Realizada en 2012 en el marco del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, El Método Grönholm forma parte del actual repertorio teatral de la compañía junto a “La Inauguración” de Vaclav Havel y “¿Quién le teme a Espantapájaros?” de Maribel Carrasco.
El elenco, integrado por Emmanuel Vega, Valeria Vega-Kuri, Manuel Villaseñor y Jesús Quintero –quien obtuviera Premio Tespis “Actuación Masculina” en 2013– se reunirá de nueva ocasión para ofrecer una actuación que buscará dejar huella una vez más en el público de la localidad.
Algo que aprendieron con mucha rapidez los panistas de Baja California, fue el cómo lograr clientela electoral. Lo que tanto criticaron de los priístas, ellos lo hacen, con todo descaro y sin rubor alguno.
Lo mismo regalan despensas o cobijas. Cualequier ayuda social del gobierno, la capitalizan electoralmente. Esto, independientemente de las nóminas de las instituciones públicas del gobierno panista.
Al concluir el proceso de registro de candidatos a diputados federales, del 22 al 29 de marzo, el Gobernador Kiko Vega, aprovechó un evento para anunciar que el gobierno a su cargo invertiría más de 2 mil 207 millones de pesos, para obras de orden social.
Más tarde, en otro acto, en el arranque de obras de pavimentación por más de 5 millones de pesos, en una colonia periférica, precisó que se contaba con 210 millones para realizar 120 obras de estructura social básica, 38 del Programa Habitat, 18 del Programa Nacional Para la Prevención del Delito, 10 del Programa de Infraestructura Indígena, 143 del Fondo para la Accesibilidad de las Personas con Discapacidad, así como para el Apoyo a la Gestión de Infraestructura.
Aunque nadie hizo acusación alguna en contra del gobierno panista, resultaba más que evidente, que dicho anuncio tenía una finalidad eminentemente electorera. Fue hecho antes del receso electoral, o sea 5 días antes de que iniciaran las campañas de los candidatos y la veda que prohibe la difusión de acciones de gobierno. Pero nadie le dijo nada.
El pasado fin de semana, Max García, candidato panista a diputado federal por el V Distrito, en uno de sus recorridos de proselitismo, en el desarrollo habitacional Torres de El Lago, se sorprendió al obsrevar que la mayoría de los edificios de departamentos, estaban recién pintados. Parecen nuevos, además de que lucen limpios y cercados.
De inmediato, quizás pensando que ahí había “gato encerrado” o que sus rivales políticos se le habían adelantado, “tiró el grito en el cielo”. Anunció que presentaría una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, la Fepade, en contra del PRI, porque supuestamente estaba utilizando un programa del gobierno federal, para obtener votos en las próximas elecciones del 7 de junio. Claro, como dicen por ahí : “El león cree que todos son de su condición”.
Max fue Secretario particular del Gobernador panista José Guadalupe Osuna Millán, así como integrante de la fracción parlamentaria del PAN en la Legislatura Estatal, así es que sabe como se la gastan los políticos. Sabe, perfectamente, que los programas sociales del gobierno, se utilizan para la conquista de clientela electoral, precisamente para lograr su voto en los próximos comicios.
En este caso, pensando que había descubierto “el hilo negro”, que había sorprendido infraganti a los priístas, con este programa, consistente en pintar unidades habitacionales, en la Colonia Torres de El Lago, de la Delegación Cerro Colorado, y aseguró que el personal de la obra pide a cambio credenciales de elector y que voten a favor del partido tricolor. Supuestamente asi se lo dijeron los propios vecinos, dizque molestos por ello.
Aparentando indignación, por el supuesto hallazgo, manifestó que ese tipo de situaciones son “desafortunadas” y que creía que ya no se daban en Baja California, pero que siguen siendo la forma en que otros partidos quieren ganar elecciones. En tono temerario, y hasta un tanto audaz, aseguró que los edificios que no han sido pintados, es porque los vecinos se han negado a entregar su identificación electoral.
La verdad es que, el candidato panista se dió tremendo resbalón. Si hubiese preguntado, alguno de los vecinos pudo haberle explicado, que el pintado de edificios de Torres de El Lago, es un programa federal, que se empezó a promover desde febrero del 2014 y para lo cual se firmó un convenio en noviembre del año pasado. O sea, mucho antes de arrancar el proceso electoral.
El columnista tuvo a la mano copia del citado convenio, identificado precisamente como Programa de Reordenamiento y Rescate de Unidades Habitacionales “Torres del Lago”, de fecha 10 de noviembre del 2014, una especie de “plan piloto”, dentro de un programa nacional del gobierno federal, denominado “Ilumina México”.
Dicho convenio fue suscrito por representantes de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, SEDATU, y por directivos de la asociación civil denominada “Recuperación de Vivienda Torres del Lago”, integrada precisamente como requisito para poder participar en dicho programa. O sea, representantes de los vecinos beneficiados.
Esta unidad habitacional, tiene una antigiedad de más de 30 años, consta de 42 edificios, cada uno integrado por 20 departamentos en condminio, divididos en 9 manzanas. El programa se inició en febrero pasado, atendiendo en principio los edificios del contorno. Los que están sin pintar, no es porque los propietarios se hayan negado a proporcionar copias de sus credenciales electorales, como afirma Max, sino porque aún no es su truno.
El programa es peculiar, pues no se trata solamente de pintado de fachadas, sino también remozamiento de las mismas, impermeabilización de azoteas, substitución de ventanas, cercado y rehabilitación de áreas verdes. No interviene partido político alguno, ni el gobierno municipal. Es una relación directa entre Sedatu y las organizaciones vecinales. Pero, en fin, como dicen por ahí “el león cree que todos son de su condición”.
Los vecinos están molestos con Max, pues temen que por el escándalo, el programa podría ser cancelado y no pinten lo que falta. Si Max buscaba el voto, lo logró, pero en contra. Hasta podría decirse que lo chamaquearon.
