DIRECTO AL CORAZÓN
Por Alma Cristalina
Si eres una mujer de cierta edad, soltera o casada, pero sin hijos, seguramente te has encontrado varias veces con esta pregunta.
Hay quienes se molestan y quienes lo hacen por molestar, pero siempre hay que tomar en cuenta una cosa:
La causa por la que no tuviste hijos, ya sea porque así lo decidiste o porque desafortunadamente no pudiste, no es algo que deba avergonzarte ni mucho menos hacerte sentir menos.
Debes entender y el resto de la gente también, que no es verdad que las mujeres nacimos tan sólo y como fin único de ser madres. Cada día se escucha más lejano y falso aquello de que ese es nuestro verdadero destino y causa y que “aquella mujer que no tiene hijos no sirve o no es más mujer”.
En muchas de las ocasiones, la gente pregunta esto como una manera de acercamiento, de conocerte mejor; como un abrir de boca. Creen que entrando al campo personal podrá establecerse mayor confianza.
Es muy usual, por ejemplo, que en los salones de belleza, las personas que te atienden te hagan esas preguntas: ¿es usted casada? ¿tiene hijos? ¿a qué se dedica? Y es algo fácil de entender. No es por mala intención sino como una forma de “sacar plática”.
Sin embargo ¿no se te hace graciosa la situación embarazosa que por esto se genera?
Tu interlocutor (o interlocutora) llega a la pregunta clave ¿Tiene hijos? Y cuando respondes ¡no! se genera un silencio embarazoso, incluso para ambas partes, que es roto cuando quien interrogó, con un tono más bajo y apenado, alcanza a musitar ¡qué lástima!
Y luego, tratando de salir airosa de la situación añade: “Pero, bueno… no te desesperes… algún día… también se puede adoptar” y bla, bla, bla.
Una amiga me decía: ¡Cómo me choca que me pregunten eso y luego me vean como con pena! Otra se soltaba en explicaciones sobre por qué había preferido crecer en su carrera, que tener hijos y otra más decía: Les voy a responder de tal forma que se van a ir con su compasión a otra parte…
Creo que ninguna de las posiciones tiene razón de ser. Aunque en algunas ocasiones quienes preguntan si llegan a tener compasión, de quien no tiene hijos, también debes ver que eso es consecuencia de su educación y de la idea que les inculcaron en ese sentido. De que la mujer sólo vale si tiene y da descendencia.
Y no se trata de menospreciar ese privilegio que la vida da a la mujer, pero la sociedad debe entender que así como hay mujeres que crecen soñando con casarse y tener hijos como fin último, también deben comprender que las hay, que aunque cariñosas con los niños, no tienen este propósito ni vocación o prefirieron ser exitosas en la vida.
¿Cuántas hay que sin renegar de sus hijos, en cierto momento de la vida hubiesen preferido seguir su vocación profesional? Hay quienes se sienten frustradas porque no pudieron seguir avanzando ni triunfar como alguna vez lo desearon porque tuvieron que sacrificar su trabajo, su profesión, su incipiente negocio por quedarse en casa para atender el desarrollo y crecimiento de sus hijos. Algunas otras tuvieron que divorciarse por pretender combinar profesión con hogar o mínimo, terminaron con un matrimonio lleno de problemas.
Y las hay que sin éstos, dedicadas a lo que decidieron en un momento de su vida, se encuentran felices… hasta que alguien las quiere ver con pena.
Conclusión: No te molestes, sigue adelante con tus propósitos y metas y más, hoy en día en que las mujeres están posponiendo el momento de casarse y tener hijos. Si éste es tu fin, el casarte y tener hijos, analízalo bien. Revisa hasta dónde puedes llegar con tu vida profesional, porque también hay un momento en que fisiológicamente puedes tener hijos sanos.
Pero si ya estás entre quienes no tuvieron descendencia, enfrenta la pregunta con la misma naturalidad con la que decidiste tu destino. También tú que por alguna razón no pudiste hacerlo. No hay nada de vergüenza en esto.
Evítate y evítale al preguntón el momento penoso. Cuando te digan ¿tienes hijos? Responde con toda naturalidad que no y sigue la conversación en ese u otro sentido, para que no se de el momento embarazoso. “No no tengo hijos ¿y tú?”…
Para los preguntones, será bueno que lleguen a entender que las preguntas muy personales no deben hacerse a menos de que la otra persona empiece a hablar sobre su vida.
Y para quienes son madres ¡Felicidades este próximo Diez de Mayo!
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