AFN POLÍTICO
*.- Se ríe el alcalde y dice que no es cierto
*.- Sin embargo reconoce la voz del funcionario
*.- Finalmente presenta su renuncia al cargo
DORA ELENA CORTÉS
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TIJUANA BC 17 DE ABRIL DE 2017 (AFN).- ¿Recuerdan aquella frase que hizo famosa en 2007 el empresario mexicano de origen chino, Zenly Ye Ghon? El hombre fue detenido bajo la acusación de comercializar con acetato de pseudoefedrina para la fabricación de metanfetaminas, y se le descubrieron enormes cantidades de dinero por lo que se inició un proceso en su contra. El empresario chino-mexicano dijo en su defensa que actuó en muchas ocasiones contra su voluntad porque lo habrían amenazado las mismas autoridades, por lo que luego acuñó esa frase famosa en el sentido de que le advirtieron que “O coopelas, o cuello”.
Pues prácticamente –aunque ahora lo nieguen para hacer un favor- así les dijo esta mañana el General Enrique Martínez López a los integrantes del ayuntamiento encabezado por el alcalde Juan Manuel Gastélum Buenrostro cuando “a buen entendedor” les refirió que tenían que “ponerse las pilas” porque se estaban dando conductas irregulares y de corrupción, y que si esto continuaba, entonces el ejército a su cargo se retiraría; así de sencillo.
No sólo reclamó la mala conducta del gobierno local, sino que también lanzó sus dardos hacia la administración estatal; dijo que si se seguían dando casos de corrupción, fuera del orden de gobierno que fuera, el Ejército dejaría de colaborar. Seguramente también esto tratará de desmentirlo el presidente municipal, quien dijo esta mañana a reporteros que “no fue así” como AFN reportó desde temprano, sin embargo si antes me preocupaba que el alcalde dijera que en este medio “mentimos”, porque pensaba que lo creía en serio, por estar mal informado, con sus últimas declaraciones me he dado cuenta de que al que le gusta no decir la verdad es a nuestro alcalde, como cuando abiertamente nos mintió sobre el por qué la síndico Procuradora Ana Marcela Guzmán Valverde había utilizado un vehículo oficial, para asistir a la asamblea del PAN, en la que estarían eligiendo a su dirigencia estatal, o aquello de que no tenían dinero cuando habían recibido grandes cantidades de recursos.
Para infortunio de algunos, el reportero del barrio logró dirigir sus antenitas de vinyl hasta el interior del cuartel militar donde se reunieron la mayor parte del cabildo encabezado por el presidente municipal y el personal militar con el general al frente. Solamente faltaron tres regidores: los panistas Mirna González y Rogelio Palomera, así como el representante de Morena Marco Antonio Romero Arizpe.
Como en todas partes, es posible utilizar la tecnología y grabar las palabras para que no se las lleve el viento, algo así sucedió ahora, sin embargo me perdonarán si en esta ocasión no las difundimos abiertamente porque sabrían -por la cercanía o la lejanía de las mismas- dónde se colocó el del barrio, así es que pudimos escuchar al general, quien no es un hombre muy mediático, ni tampoco de los que golpean mesas ni habla con rudeza, pero que sí deja muy claro lo que quiere establecer, aunque sea con frases tersas.
De hecho, nuestro reportero del barrio NUNCA dijo que el general le hubiese llamado la atención al presidente municipal, así que eso lo puede negar cuantas veces quiera el alcalde, sino que lo que dijo, y dio paso a nuestra nota de hoy, es que el general encargado en la zona “reclamó” la corrupción existente.
Ni siquiera se dio cuenta el alcalde que fue él mismo quien pasó la bola, y la puso para que el general anotara de gol, ya que el militar había estado haciendo un informe amplio de lo que el ejército ha realizado en materia de seguridad. Dio cifras y datos y habló sobre la necesidad de que se trabajara en armonía y de manera coordinada para evitar que el crimen siguiera creciendo, ya que dijo que estas divisiones son percibidas y aprovechadas por los delincuentes.
En un momento dado el presidente municipal dijo que algunos regidores, refiriéndose a los de oposición, señalaban algunas “inquietudes” en materia de seguridad, y sobre situaciones con las que no estaban de acuerdo, por lo que pidió que allí las expresaran. Primero hubo un silencio como si nadie se animara a señalarlo ante el militar, pero después empezaron a hablar.
Quienes hicieron uso de la palabra fueron el doctor José Manuel de Jesús Ortiz Ampudia, el Regidor Luis Pérez Saucedo, Ivette Casillas, Julieta Aguilera, Manuel Rodríguez Monárrez y la síndico Procuradora Ana Marcela Guzmán Valverde. De hecho los comentarios de Ortiz Ampudia y Pérez Saucedo, fueron muy “ligths” en tanto que Julieta Aguilera pidió algo así como se diera más oportunidades a las mujeres para ser incluidas en las fuerzas armadas.
Al final Ivette Casillas y Rodríguez Monárrez, según el del barrio comentaron sobre la incidencia delictiva en la zona centro y la zona norte, y pidieron que continuaran los operativos con la presencia de los militares. El general comandante de la zona dijo que estos se han estado haciendo, y comentó que en algunos se retiró la policía estatal, para luego decir que tenía denuncias de comerciantes en el sentido de extorsiones que se estaban dando por parte de inspectores municipales.
Dijo que éstos delineaban la zona del operativo y que sus soldados se quedaban afuera mientras los inspectores hacían las revisiones; sin mencionar nombres refirió que luego llegaba el jefe de estos elementos municipales, quien era el que negociaba directamente. Lo que al parecer molestó al general fue el hecho de que estos inspectores involucraban a sus efectivos castrenses diciendo que “el ejército ya está de acuerdo”, cuando los militares no sabían absolutamente de lo que estaban haciendo esos inspectores.
Refirió que si esto continuaba, ellos se retirarían, y en forma amable les pidió que si llegaban a saber de casos de militares involucrados en acciones de esta naturaleza le informaran para actuar de inmediato; la síndico Procuradora le devolvió la cortesía y le manifestó que lo mismo le pediría. Luego le refirió lo ya mencionado en nuestra información, en el sentido de que a propósito de su comentario, estaba circulando una nota que involucraba a uno de sus colaboradores en un caso de extorsión, por lo que le dio la seguridad de que habría cambios y no permitiría este tipo de hechos dentro de este gobierno.
Con su denuncia, también sin mencionar nombres, el general estaba implicando a Luis Antonio Carreiro Galaviz, jefe de ese departamento, con varios señalamientos en su contra y según esto ahijado del presidente municipal.
En la reunión el general les lanzó otras “bolitas” a los gobernantes actuales, como cuando les dijo que normalmente cuando sale un gobierno y entra otro, siempre hay señalamientos de que “hay muchas carencias” pero dijo que lo que hay es “una carencia de operación”. Entendió sin embargo que en seguridad tienen problemas porque requieren de 150 patrullas y solamente les llegaron 15, por lo que les ofreció que enviaran a un par de elementos municipales en unidades militares, acompañando a sus soldados en los operativos.
Aquí intervino el secretario de Seguridad Pública Marco Antonio Sotomayor Amezcua -porque también estuvo presente- para decir que lo que ocurre es que no les han llegado los recursos que el gobierno federal debe enviar para esa materia, los cuales según afirmó apenas llegarían en mayo próximo. Y para sorpresa de todos los asistentes, el general le respondió: ¡no… no! Esos recursos ya los tienen en el Estado.
El jefe militar de la zona aprovechó también para invitarlos a participar con una sesión de cabildo en un evento de las fuerzas armadas que celebrarán aquí durante el próximo mes de julio, diciendo sencillamente: “para que allí se agarren a golpes”. Esto movió a carcajadas y relajó la tensión.
*.- El alcalde reconoció la voz del funcionario
Tratando de hacer como si nada ocurriera, el alcalde soltó una risotada frente a reporteros, cuando después de concluir la reunión con el ejército, fue entrevistado por éstos, en otro evento. Su primera frase, como si nada pasara fue: ¡ah raza! Luego entró al tema.
Recurrió a su ya conocida frase de “como abogado”, para establecer que no se podía juzgar a priori si Jorge Agraz es responsable o no de lo que se le acusa, ya que dijo que una grabación, o un audio no constituyen una prueba legal, y de hecho dio a entender que no se podía destituir a este funcionario hasta que no se comprobara su presumible delito con base al “debido proceso”.
Sin embargo aceptó abiertamente “como ciudadano” que al escuchar la grabación, no pudo más que aceptar que sí se trataba de su voz. Por eso resulta incongruente que el alcalde no advirtiera en forma clara que ante la prueba irrefutable de esa grabación que exhibe un franco acto de corrupción, de alguien al que reconoce por su voz y que estaba al frente de una importante oficina dedicada precisamente a evitar los ilícitos de los funcionarios públicos, no hubiera anunciado abiertamente que lo correría sin mayores miramientos.
Gastélum Buenrostro frecuentemente ha insistido en que no toleraría actos de corrupción, y hoy, él mismo dijo que “quien mete las manos se quema” pero aquí no tuvo el valor de quemárselas a Graz Fitch, sin necesidad de pasarle la bolita a la síndico, diciendo que ella resolvería. Su calidad de presidente municipal le permitía actuar directamente y resolver este tema de manera inmediata, sólo era tronar de los dedos y decirle que hasta ahí terminó su “corrido” porque no iba a permitir que mancharan su administración.
Está visto que no pretendían hacer nada, y muy seguramente esperaban a que este escándalo muriera por sí mismo, sin embargo no contaban con que el propio comandante militar de la zona hiciera referencia a este tema, lo cual ya no les dejó de otra, porque si hubiese existido verdadera voluntad, desde el primer momento hubiera ordenado su fulminante destitución, ya que el reportero del barrio nos dijo que el presidente municipal conoció de esa grabación desde el mismo momento en que se publicó… O posiblemente antes.
*.- Finalmente presenta su renuncia al cargo
Tal vez abrumado por el cúmulo de pruebas, posiblemente porque el general abrió el tema y ya no les dejó de otra, o también porque el presidente municipal aceptó plenamente que sí era la voz del director de Asuntos Internos de la sindicatura, Jorge Agraz Fitch finalmente renunció a esa posición en la que teóricamente tendría que haber defendido la buena imagen del gobierno municipal.
El camino que encontraron, fue el que anticipamos ayer en esta columna: le dieron la oportunidad de renunciar para no verse en la penosa posición de destituirlo, con todo lo que eso significaba, no obstante que tendrían que anunciar irremediablemente que abrirían una investigación en torno a su caso.
Hubieran quedado muchísimo mejor dentro de este ayuntamiento, si con firmeza y claridad se hubiera anunciado que este funcionario habría sido cesado de manera fulminante y sujetado a proceso, como muy seguramente lo hubieran hecho si se tratara de un humilde policía municipal o cualquier otro funcionario de menor nivel, y que además no fuera sobrino del Gobernador del Estado.
Agraz Fitch aseguró en su breve renuncia publicada en sus redes que se separaba del cargo para no entorpecer la investigación, y que después de que su jefa, la síndico Procuradora hiciera lo conducente, él quedaría a disposición de esta autoridad para que se desahogaran las diligencias.
Ofreció disculpas a los medios por “no haber afrontado antes” esta situación, ya que afirmó que estaba fuera de la ciudad -algunos dicen que en Cancún- sin embargo olvidó que hoy en día es muy fácil comunicarse, inclusive por las mismas redes por las que ahora presentó su dimisión, para haber establecido una postura con respecto a este hecho.
Jorge A Agraz Fitch, no negó de ninguna manera las acusaciones que se hicieron en su contra, sino que tan sólo agradeció a sus amistades por haberlo apoyado en este tema, lo mismo que a sus familiares, lo que indica que siempre tuvo conocimiento del escándalo que brotó con motivo de su actuación.
En la grabación se escucha perfectamente la confianza que el exfuncionario tenía en lo que hacía, y eso demuestra que no solamente lo habría hecho en esta ocasión, sino que además se sentía muy seguro de que nada ni nadie le podía afectar en su posición. Por eso la forma de acosar al comerciante, primero para que le dijera “cómo se arreglaban antes” y después para que aceptara la negociación, que no cristalizó porque este hombre repetidas veces le dijo que no necesitaba llegar a eso.
PD.- Hay algo que se llama “palabra de honor”. Y también “honor militar”.
PD1.- ¿Por qué el alcalde no le dijo al general que estaba mintiendo cuando señaló sobre la corrupción de los inspectores municipales?
PD2.- Sí dijo en cambio que nosotros mentimos, sin embargo al final resultó lo que anunciamos: que habría cambios y que no tolerarían estos actos, lo cual se cumplió cuando Agraz informó de su renuncia y la síndico, de la investigación.
PD3.- “Cuando se trabaja… se trabaja” sentenció el exfuncionario, y alguien nos completó la frase: “Cuando se trabaja se trabaja...cuando se litiga se litiga.., y cuando se roba se roba”.
PD4.- Al parecer los “angelitos” de reglamentos” estaban pidiendo el doble de lo que supuestamente creían que se exigía en la anterior administración, argumentando que tenían que darle su parte al ejército. Ahora entiendo el enojo del general.
PD5.- ¿Y qué pasará con Luis Antonio Carreiro Galaviz?
PD6.- La síndico Procuradora hizo un llamado al comerciante afectado y a otras probables víctimas para que presenten la denuncia correspondiente ante esa oficina y se pueda actuar, sin embargo bien sabe ella, como todos nosotros, que esto es muy difícil, por lo que esperamos que no se agarren de eso para no dar el debido castigo (ya que les gusta mucho eso del debido proceso) a los responsables.
PD7.- Aquí hay que reconocer que hasta donde se ve, el gobernador del Estado no intervino para favorecer a su sobrino político, sino que dejó que enfrentara las consecuencias de sus hechos. Ayer decíamos que ya Kiko Vega ha tenido suficientes problemas como para todavía cargar los de terceros.
PD8.- Dijo el alcalde que no fue cierta nuestra información sobre lo que sucedió esta mañana dentro del cuartel militar, sin embargo sin proponérselo, la regidora del PES Mónica Vega prácticamente lo confirmó, cuando en una entrevista señaló que “si bien, no fue una llamada de atención al alcalde por toda esta situación de corrupción en su gobierno, si fue una ADVERTENCIA, de que en caso de que algo suceda en ese sentido, las fuerzas militares se retirarían de la colaboración en contra de la violencia y la delincuencia”. Y aquí nosotros repetimos de nueva cuenta que NUNCA dijimos que le hubiesen llamado la atención, sino que hubo un RECLAMO por la corrupción.
PD9.- Interesante lo que también dice en esta entrevista la propia regidora, en el sentido de que los tijuanenses no queremos la opinión de un abogado, sino la determinación de un alcalde.
PD10.- ¿Y el PAN porque no ha establecido una posición?
PD11.- El desmentido casi 7 horas después, ya que lo encontraron, y "operada" a través de alguien del "triunvirato"