DORA ELENA CORTÉS
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TIJUANA BC 6 DE DICIEMBRE DE 2019 (AFN).- Sinceramente pensaba que personajes novatos en la política, y con grandes deseos de figurar, como la síndico procuradora de Tijuana María del Carmen (Melli) Espinoza podían cometer errores tan garrafales sin percatarse de las consecuencias de sus actos (y eso es entendible), sin embargo, veo cuán equivocada estaba al encontrarme con las declaraciones que a tres medios de la capital del Estado dio esta mañana el secretario General de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, del que -ni por asomo- se puede decir que no conoce de estas peligrosas “arenas movedizas”.
Político de larga trayectoria, tanto en Baja California como en otras partes del país (en las que inclusive ha logrado salir airoso de señalamientos y denuncias que se le han hecho), no puede justificar un error tan grave como el que cometió hoy, el cual ni siquiera es el primero, sino que ya van dos sumados al hilo, con esa declaración que hizo hace unos días, al señalar que la todavía secretaria de Bienestar Social Cynthia Gissel García Soberanes había caído en un coma, tras otras publicaciones periodísticas (reveladas entre otros por AFN) que la involucraban en terribles operaciones de “moches” dentro del naciente gobierno de Jaime Bonilla Valdez.
Amador Rodríguez Lozano, señalado esta mañana en la edición más reciente del semanario Zeta, de haber supuestamente cobrado parte de esos “moches”, hechos que al trascender en algunos medios de la entidad provocaron la caída de Cynthia Gissel, y del entonces Oficial Mayor Jesús Demián Núñez Camacho, no se aguantó, y convocó a reporteros de tres empresas periodísticas de la capital, para revirar esos señalamientos, pero no con pruebas sino con inesperadas acusaciones, no sólo en contra de figuras políticas -como el actual diputado local ex panista Miguel Ángel Bujanda Ruiz; el dirigente estatal del partido blanquiazul, José Luis Ovando Patrón, y el dirigente empresarial Gustavo de Hoyos Walther.
No nada más se lanzó contra éstos, sino que también la emprendió en contra de la codirectora del semanario Zeta, Adela Navarro Bello, a la que no solamente acusó de estar “enojada”, porque no se le ha comprado –supuestamente- publicidad, sino por otras cosas -que dijo- que involucran su vida personal.
De Bujanda afirmó que había exigido un millón de pesos -por cabeza- para 5 diputados, incluido él, para votar a favor del refinanciamiento de la deuda del gobierno de Bonilla Valdez.
De Ovando Patrón señaló la denuncia que presentaron por el cobro que hizo a empleados de gobiernos panistas en Baja California, y que canalizó a una supuesta fundación. De Adela Navarro aseguró que “las mentiras que decía” era porque estaba “enojada” por la falta de esa publicidad, y porque estaba siendo investigado el presidente Nacional de la Coparmex, Gustavo de Hoyos Walther, del que señaló que se tienen pruebas sobre contratos -por asesorías- que cobró en más de 7 millones de pesos sin haberlos respaldado con nada, aseguró.
El gran error de Amador Rodríguez Lozano fue reaccionar de esta manera cuando -si es inocente como ha insistido- simplemente tendría que haber dicho que esa era una versión periodística que señalaban haber obtenido de la investigación, pero que él esperaría a que concluyera dicha revisión que hace la secretaría de Honestidad, para que todo quedara claro al final, pero con esta reacción -desproporcionada e innecesaria, sobre todo para el gobierno en el que participa- (considerando la serie de graves problemas que ha enfrentado), sólo mostró tener desesperación. Lo mismo que ocurrió cuando -sin verificarlo- anunció a la ciudadanía, a través de las redes, que Cynthia Gissel estaba “en coma”, culpando prácticamente a los periodistas.
Ahora, aceptando sin conceder, que Adela Navarro sí estuviese actuando de esta forma “por enojo”, bien debió esperar a que concluyeran las investigaciones que se hacen, para que con pruebas en la mano, se demostrara lo que ahora trató de señalar como causa, pero le ganó la víscera. Además no puede ignorar que el trabajo del periodista es exponer cualquier indicio que se tenga sobre supuestos hechos irregulares para que se investiguen, y aquí, pese a que no guste, estaba una conversación en la que Cynthia Gissel lo implicaba, y que salió (obviamente) del teléfono de Rosendo Colorado, y que algunos de los testigos -de todo lo sucedido desde el “atorón” en el retén- tarde o temprano lo iban a filtrar, como se hizo.
Aunque tampoco guste esto a Rodríguez Lozano, él es un funcionario de primer nivel, y cualquier cosa que empañe su imagen se debe de exponer, y qué mejor que una investigación a fondo e imparcial arroje que se es inocente; tendría que preocuparse por lo contrario.
Y con su “explosión” le generó al gobierno de Jaime Bonilla Valdez el principio de otro escándalo, de dimensiones que no se imaginan, cuando el gobernador en Tijuana, apenas se había quitado de encima los señalamientos que se le hacían, y que ya la gente juraba que era una verdad, en el sentido de que él había ordenado que se regresara el dinero de los moches, tras enterarse de lo sucedido.
Hoy lo dijo a reporteros -y también nos comentó a nosotros- que cuando él fue enterado de esta supuesta situación anómala, en ningún momento pidió a los implicados que devolvieran el supuesto dinero obtenido, sino que les anunció que quedaban sujetos a una investigación, de cuyos resultados dependería su suerte, por lo que mostró extrañeza de que se dijera que él había girado tal instrucción.
También tenía apenas unos días de haber “enmendado la plana” a sus colaboradores de Comunicación Social, y seguramente de otras áreas que se encargan de la gobernabilidad, como en la secretaría General (e inclusive la Fiscalía), porque hasta ese momento no habían sabido reaccionar, unos, ni habían querido hablar, otros, por aquello de la “secrecía”, dejando volar la imaginación, y que el tema de los llamados “moches”, estuviera creciendo como una bola de nieve que va rodando cuesta abajo.
Así es que en esta ocasión volvió a salir al quite, al enviar a través de sus colaboradores un breve posicionamiento en el que -sin mencionar a su secretario General de Gobierno, ni todo lo que hoy sucedió en Mexicali cuando simultáneamente se encontraba en el Informe de actividades de los diputados federales en Tijuana- reiteró su respeto a la prensa y a los periodistas, entendiéndose que entre estos van los de Zeta.
Y al mismo tiempo que pidió a los comunicadores que continúen con su labor de investigación y crítica sobre éste y otros temas que se relacionan con su gobierno, también mandó un mensaje muy directo a todos sus colaboradores, al decir que los instruyó para que -de igual forma- respeten lo que se publique en aras de encontrar una verdad.
Como era de esperarse, el semanario Zeta también reaccionó de inmediato, y denunció lo que dijo fue “un ataque a la vida personal de su co directora, y un intento por limitar la libre expresión”, y después de anunciar que presentarían una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y organismos internacionales, pusieron manos a la obra y levantaron esa queja ante el organismo señalado.
Por otra parte, en su ofuscación, el secretario General de Gobierno confirmó -y adelantó- otras investigaciones que la administración está haciendo, y que involucran a los personajes ya mencionados, y…a otros.
*.- Ovando Patrón ahora sí defiende a los periodistas
Aprovechando esta nueva etapa de la fuerte crisis en que está envuelto el gobierno estatal, José Luis Ovando Patrón pudo tener otro respiro, porque ante el escándalo que todo esto ha provocado, todo lo que se ha dicho de él, de los panistas, y hasta de las acusaciones en torno a la administración de Francisco Vega de Lamadrid están pasando a segundo término, al grado que ya ni parecen tan escandalosas.
Ovando llamó a Amador Rodríguez Lozano el “Calígula de Baja California”, y lo acusó de no tener operación política y de no saber llegar a consensos con las otras fracciones.
Lo más trágico, cómico y patético del caso, fue cuando defendió a la compañera Adela Navarro Bello y a los periodistas, y no porque una situación de esta naturaleza no llame a la solidaridad, sino por el hecho de que prácticamente se “mordía la lengua”, ya que con este caso salió para “rasgarse las vestiduras”, pero olvidó por completo que ni pío dijo cuándo la administración de Francisco Vega atacó al gremio, no solamente generando campañas negras -precisamente contra la propia Adela y una servidora- sino también con el manejo indiscriminado de recursos para lograr que de algunos sitios de trabajo fueran despedidos comunicadores que les resultaban incómodos como gobierno
Ovando Patrón nunca dijo nada cuando se hicieron señalamientos muy concretos en el sentido de que el entonces encargado de imagen del Gobierno del Estado Jorge Alberto Cornejo Manzo (quien ahora se presenta como Gigie, y con una nueva imagen), estaba maniobrando para atacar y destruir la honra de nosotras como periodistas, y de otros compañeros en lo general.
Advierte Ovando que no se vale que autoridades se peleen con los periodistas porque éstos realizan su trabajo, por lo que imagino que nació ayer, porque antes del 1 de noviembre parece que no existía ni pensaba lo mismo, y luego añadió que la relación con los medios masivos de comunicación “debe ser respetuosa y cordial, a pesar de las diferencias en opiniones”.
¿Por qué nunca dijo esto en el gobierno de Kiko Vega sobre lo que hacía su área de Comunicación Social, y por qué tampoco criticó a su alcalde panista en Tijuana, Juan Manuel Gastélum Buenrostro por ataques similares y campañas negras?
Ovando afirmó escandalizado que “no es posible pensar en un gobierno que abiertamente quiera generar un enfrentamiento con un medio de comunicación”, y aquí creo que se vuelve a morder la lengua,
Pero la “cereza del pastel” la pone Ovando Patrón cuando dice que “no hay dictadura que soporte ese tipo de actos. Y entonces ¿cómo lo soportaron sus administraciones que cayeron bajo un aplastante repudio de la población en las elecciones pasadas? Las campañas negras se “apaciguaron” en el Estado, cuando tras una fuerte lucha de periodistas y cartas que llegamos a firmar hasta más de un centenar de ofendidos, decidió remover a los responsables.
Creo que a José Luis Ovando Patrón no le queda hablar de represión a la libre expresión, ni de desvíos, corrupción, y actos inmorales en administraciones de gobierno. ¿No lo creen así?
PD.- ¿Alguien podría frenar en sus ansias de novilleros a algunos de los nuevos funcionarios, y despertar a otros empleados de esa administración -que quién sabe dónde están- en el momento de “apagar los fuegos”?
PD1.- No sé a qué enemigos trae dentro de su equipo el gobernador Jaime Bonilla Valdez como para “quemarlo” con una de las últimas entrevistas que le generaron; mínimo deberían revisar los antecedentes de quienes le acercan, no vaya a pasar como ahora que critican al Príncipe Carlos y a su hermano Andrés, por las personas a las que les “acercaron”.
PD2.- En el ayuntamiento de Tijuana hoy se celebró sesión de Cabildo, y ahí, además de atenderse otros asuntos, con decisión dividida se determinó regresar a comisiones el Punto de Acuerdo mediante el que la regidora Mónica Vega pedía el retiro de la imagen del ex alcalde Juan Manuel Gastélum Buenrostro, por violentar, según dijo, la ley y reglamentos que regulan el uso de los símbolos patrios.
PD3.- Al final de la sesión se dio un hecho interesante cuando el joven al que se atribuye un presunto acto de deshonestidad denunciado por la avispada ex funcionaria del gobierno local, Maday Cortés Rodríguez, fue exhibido en redes.
PD4.- Y es que sin ni siquiera haberse realizado la investigación que ayer anunció la síndico, algunas personas lo señalaron como el responsable, y la síndico procuradora compartió esa publicación, lo cual fue otro craso error.
PD5.- Y es que así como ayer dijo no podía ahondar en detalles para no afectar la investigación, con el hecho de reenviar en sus redes esa publicación, estaba avalando lo que se decía sobre el supuesto sospechoso, que le encaró por eso, tras la sesión de Cabildo.
PD6.- También ante el presidente municipal, quien se identifica como Gregorio Barreto Campa (nada que ver con el desaparecido transportista priista), anunció que podrían iniciar un procedimiento legal en contra de la funcionaria por haberlo exhibido y puesto en riesgo.
PD7.- Por su parte, Melli Espinoza en sus redes repitió aquello, que en algún momento comentó el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que a ella no la pusieron ahí como florero.
PD8.- Y tiene toda la razón, se espera de ella mucho, sin embargo debe cuidar muy bien todo lo que hace y dice, porque no puede olvidar que está en la “casa del jabonero”.
PD9.- De hecho, también hubo quienes estuvieron reenviando nuestra columna de ayer en la que señalamos que fue “chamaqueada” por la ex funcionaria panista que denunció, pero esa publicación ella no la compartió, aunque seguramente está muy de acuerdo.
PD10.- En una ocasión tuvimos oportunidad de platicar con la síndico procuradora y nos dimos cuenta que no es una mala persona, y sí tiene buenas intenciones, aunque como recién estrenada en la política, está desbocada -como le sucede a otros noveles actores- así que, aunque pareciera que sigue pensando que se tratan de campañas en su contra, la verdad es que son señalamientos críticos que tenemos la obligación de hacer, tal y como en el caso de Amador Rodríguez Lozano, o como cuando publicamos las conversaciones que incriminaban a Cynthia Gissel y a otros de los que ya han sido señalados.
PD11.- Hoy, el licenciado Tirso Liévano, director del Registro Público de la Propiedad en Baja California, reveló que fue removido de su posición en esa dependencia, uno de los hermanos de José Luis Ovando Patrón, el cual fue puesto a disposición de Oficialía Mayor para que determine dónde se le reubicará, ya que tiene base.
PD12.- Tirso Liévano dijo que así como este hermano de Ovando, había varios familiares y amigos del ex del dirigente Estatal panista, lo cual luego fue negado por Ovando Patrón en su video, asegurando que en el caso de su hermano se violaron sus derechos como trabajador.