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Dora Elena Cortés
TIJUANA BC 27 DE AGOSTO DE 2015 (AFN).- El ex secretario de Seguridad Pública de Tijuana y Ciudad Juárez, Julián Leyzaola Pérez, advirtió este jueves que: “la discapacidad yo la tengo en las piernas y no en el cerebro, ni en el corazón, y que no las necesitaría para lo que tendría qué hacer.
En comunicación con Agencia Fronteriza de Noticias el Teniente Coronel en retiro, aseguró que “en lo que se refiere físicamente, yo estoy bien” y reiteró que en la situación en la que se encuentra y para “lo que viene” no necesita de sus piernas.
Luego afirmó que son los funcionarios públicos los que las requieren “para correr” al salir de sus cargos, y por no haber cumplido sus promesas a la población, ya que “el cerebro y el corazón no los utilizaron”.
Desde el hospital militar en el puerto de Ensenada al que ingresó hace unos días, Leyzaola Pérez entabló comunicación con AFN para informar sobre la condición de salud en que se encuentra, y dijo que tuvo que ser internado, ya que un medicamento que le fue suministrado en Tijuana, el sábado pasado en que llegó a esta frontera le provocó una reacción contraria.
“Me salieron varias ronchas por lo que fui enviado a este hospital, pero ya desaparecieron éstas”. Insistió en que en general, se encuentra bien de salud, pero en San Diego California continuará con un tratamiento (de células madre) que ya pasó la etapa experimental, y que sí está encaminado, a que vuelva a movilizarse por sí mismo.
Durante algunos minutos el militar dialogó con AFN, y habló sobre la exclusiva que aquí dimos a conocer en fechas recientes, y que tiene relación con una posible candidatura a la alcaldía de Tijuana. Rechazó tener problemas con la residencia y con cuestiones de derechos humanos.
Lo de la residencia, dijo: “está resuelto”… Yo tengo residencia comprobable, comentó el entrevistado, quien aseguró por otra parte que el de las acusaciones sobre violaciones a los derechos humanos, también es “un asunto resuelto en los Tribunales”, añadiendo que “de ninguna manera” está habilitado para ningún cargo público.
Sin embargo rechazó “adelantar los tiempos” aunque dijo que “Yo sigo en la misma situación que platicamos la última vez”, y que se mantiene como asesor de diversos temas -entre éstos la seguridad- con los integrantes del partido que lo invitó -Encuentro Social (PES).
Aseguró además que entiende “los tiempos de ellos, y quiero ser respetuoso; ni adelantarme, ni obligarlos, ni orillarlos, y al final quienes tomarán las decisiones son ellos. No es decisión mía, apuntó, pero no quiero adelantar los tiempos ni mucho menos provocar u obligar a que se tomen decisiones sobre la persona, subjetiva o anticipadamente; quiero que sean bien consensuadas y que se tome la mejor decisión.
El militar se refirió también a la situación que actualmente se está viviendo en Tijuana, donde se han vuelto presentar delitos de alto impacto. Consideró “que la gente de Tijuana ocupa (necesita) mucho conocimiento en asuntos de seguridad, aunque “los principales” que deberían de recibirla, afirmó, no se quieren dejar”.
Se le preguntó si quería decir que no han permitido que se les aconseje y que si se refería a las autoridades de los tres niveles de gobierno, y Leyzaola Pérez respondió: pues quien la escuche que lo entienda; yo no quiero referirme a personas ni a algo concretamente, simplemente yo creo que cada quien conoce su responsabilidad, y el que las conoce y las asume, tiene éxito.
Añadió que: “saben que lo deben aprender, pues están contratados para eso, sino lo hacen, si muestran apatía, o si se muestran ajenos a la situación social criminal, pues ahora sí que nadie más puede llevar la responsabilidad más que ellos… Y la culpa”.
Aseveró que el delincuente definitivamente “siempre va a buscar los espacios, siempre va a buscar la manera de abarcar más, de obtener más” ya que tiene una avaricia desmedida. Y sentenció que si las autoridades son “laxas” y les dan los espacios o les permiten actuar, sin que esto signifique necesariamente que cooperan con ellos ni que están en contubernio, entonces le estarán abriendo las puertas, ya que el delincuente nunca va a quedar satisfecho, siempre va a querer más, y va a seguir abarcando y abarcando.
Estableció que de ocurrir esto, al final hasta la propia autoridad va a quedarse al margen, y va a sucumbir “a los intereses de esos mugrosos”. Sobre la posibilidad de que la violencia sea una “bandera” por parte de políticos en las próximas elecciones, Leyzaola Pérez dijo creer que la seguridad “no debería ser un tema político” sino que más bien tendría que abordarse aspectos de seguridad social, desarrollo social, economía y cultura.
Pero “desafortunadamente por la falta de atención que se ha dado, vuelve a ser un tema toral, actual, y quien quiera tener la simpatía, por lo menos la confianza de la gente, necesariamente tiene que tomar como prioridad el devolver la tranquilidad y la paz, a una sociedad que las ocupa ya”.
También se mostró seguro de que la situación que se vive hoy día se puede revertir, ya que cuando se le preguntó al respecto afirmó tajante: “desde luego que se puede devolver (la situación a como estaba) ya se hizo una vez, y se puede hacer; simplemente hay que poner a los elementos adecuados, en los lugares adecuados; reducir los espacios de la delincuencia y obligarlos a hacerse clandestinos nuevamente”.
Luego reconoció que “sabemos que es un sueño pensar que se puede acabar totalmente con ellos (con los delincuentes)” dijo Leyzaola para después aseverar que desde luego que no se puede hacer eso “pero sí debemos saber que tenemos la obligación, como pueblo y como gobierno de mantenerlos, de manera clandestina que no dañen a la sociedad… Eso es lo que debemos de entender”.
Pronosticó que cuando se entienda esto, se va tener una ciudad tranquila y que pueda hasta competir con “la ciudad más segura del mundo”, pero esto únicamente se logrará, según dijo, con la gente apropiada en los lugares, en los cargos; gente comprometida, con voluntad política, que se entregue completamente al servicio público y que no se entregue a las bandas criminales”.
Sobre su situación de salud
Al preguntarle del porqué de su imprevista internación en el hospital militar de Ensenada, el teniente coronel dijo que se debió a una reacción alérgica a una medicina, pero que ya estaba en franca recuperación: fue una reacción alérgica, y sí, inicialmente me sentí mal, me hinché, y ronchas y todo, como una alergia; pero llegué aquí, y me atendieron muy bien, me bajaron la intoxicación y ya ahorita estoy en recuperación.
Leyzaola explicó que en el Distrito Federal ya terminó el tratamiento que se le dio para recuperarse de los impactos de bala que recibió en el atentado ocurrido en Ciudad Juárez, y dijo que esa rehabilitación que ha recibido hasta ahora “es para hacerme independiente” para no depender de nadie en sus asuntos personales y añadió que esta rehabilitación física de terapia “no va encaminada a volver a caminar… No… No son esos los objetivos”.
Sin embargo aceptó que el tratamiento “comprobado” y ya no en fase experimental, al que se sujetará en San Diego California, ese sí va encaminado a poder recuperar la movilidad, y la sensibilidad de las áreas que quedaron dañadas. Hizo saber que allá permanecerá en un domicilio que le fue prestado, y al concluir, vendrá “a vivir de nuevo en mi casa”, ubicada en Tijuana.
Insistió entonces en que: “En lo que se refiere físicamente estoy bien, lo que tengo es una situación de discapacidad, que la tengo en las piernas, no la tengo en el cerebro, ni en el corazón, entonces… para lo que se ocupa ¡estoy puesto!
Y agregó que: “como dije anteriormente… las piernas las ocupan (requieren) los funcionarios cuando salen del puesto para correr, porque el cerebro y el corazón nunca lo utilizaron. Entonces yo creo que para lo que se ocupa (necesita) yo estoy bien.