TIJUANA BC 19 DE FEBRERO DE 2021 (AFN). - Mientras el Gobierno del Estado prosigue con los trabajos de desalojo en el Centro de Gobierno y la biblioteca “Benito Juárez”, en la zona Río, y ciudadanos se manifiestan por no estar de acuerdo, las autoridades municipales y estatales revisan tres opciones para reacomodar lo que ha sido ese lugar de cultura.
Por lo que Agencia Fronteriza de Noticias pudo saber (tras buscar información al respecto), se considera la posibilidad de que el gobierno de la entidad pudiera solicitar a la administración Federal, el antiguo edificio de Correos, ubicado en el Centro de la ciudad; también el inmueble de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se tiene sin uso y que se ubica frente al Centro Cultural Tijuana, o en el Museo del Trompo que, tiene suficiente espacio para albergar una biblioteca digna de Tijuana, dijeron las fuentes a la agencia.
En 2018, hubo un movimiento de ciudadanos, sugiriendo que el edificio de correos, que ya no tiene el movimiento que llegó a registrar desde su creación, fuera declarado: “Patrimonio Cultural del Estado”.
El gobierno de Jaime Bonilla Valdez decidió ceder las instalaciones del Centro de Gobierno a la Universidad Autónoma de Baja California, con el propósito de que cuente con mayores espacios para no suspender o reducir la matrícula de jóvenes universitarios, y particularmente de la Facultad de Medicina.
Entre este nuevo patrimonio de la UABC estaría también la Biblioteca “Benito Juárez” que se ubica entre los dos edificios de gobierno en la Zona Río, por lo que se comentó que se está haciendo el traslado de todo el acervo existente, así como la hemeroteca, con el mayor cuidado, porque se sabe, señalaron, de la importancia del contenido del lugar.
Se aseguró que las pláticas entre las dos administraciones avanzan de manera positiva, y esperan pronto poder presentar estas opciones al gobierno Federal.
Hasta el momento, no se ha brindado información oficial sobre el tema por parte de ninguno de los gobiernos involucrados, y esto ha provocado manifestaciones de ciudadanos y representantes de la cultura, que no están de acuerdo con que se retire de ahí la biblioteca mencionada.
También, en estos movimientos ciudadanos, se han involucrado políticos.